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Cuando se trata de construir una compañía de éxito, la mayoría de los inversores y promotores de negocios buscan para las empresas un experimentado equipo directivo. Quieren a alguien que tenga una “trayectoria exitosa”, experiencia formando equipos, alguien con la capacidad de escribir planes de negocios, así como construir y administrar productos.

No se les puede culpar. Como casi todo en la vida, la práctica hace al maestro y experiencia ofrece lecciones de aprendizaje que permiten la mejora y el crecimiento. Mientras que las apuestas sobre bateadores experimentados se pueden duplicar, triplicar e incluso cuadruplicar, las grandes iniciativas empresariales provienen de los pocos experimentados veinteañeros.

Sin embargo, esta afirmación no podrá leerla en libros. Usted no va a escuchar esto de un inversor de capital riesgo. Y, desde luego tampoco lo escuchará en las clases de MBA. Pero tengamos en cuenta algunos ejemplos de empresarios jóvenes y exitosos:

1.- Los fundadores de Google: Sergey Brin (25) y Larry Page (25)

2.- Los fundadores de Apple: Steve Jobs (21) y Steve Wozniak (26)

3.- Los fundadores de Microsoft: Bill Gates (20) y Paul Allen (22)

4.- Fundador de Facebook: Mark Zuckerberg (20)

5.- Fundador de Wal-Mart: Sam Walton (26)

Una de las principales razones por las que los jóvenes empresarios pueden construir empresas exitosas es que, en realidad, no tienen nada que perder. La mayor parte de estos empresarios están acostumbrados a vivir en un apartamento barato. A esa edad, el empresario no suele tener una hipoteca, no tiene que pagar un coche lujoso, es decir, no tiene un estilo de vida costoso de mantener.

Por el contrario, un empresario con más experiencia que se está iniciando una empresa tendrá todas las de perder. A estas alturas de su carrera, están acostumbrados a un salario fuerte. Ellos viven en un barrio agradable con un auto cómodo, e incluso un coche de lujo que deben pagar mensualmente. Cuando su esposo(a) piensa en iniciar una nueva empresa, él (ella) también tendrá en cuenta la cruda realidad de perder las comodidades por las que ha trabajado para conseguir durante su carrera. De pronto, al pensar en todo lo que él (ella) podría perder, el plan del empresario con experiencia se limita a construir una empresa que incluye movimientos calculados y el conservadurismo.

Sin nada que perder, los jóvenes empresarios pueden buscar, con una mentalidad completamente diferente, la solución a los problemas. Hay muy poco riesgo. Ellos no están obligados a cubrir una serie de gastos. Lo que pasa por la mente del emprendedor es resolver el problema identificado de la mejor forma posible. Afortunadamente, el joven empresario tiene suficiente energía.

“Nunca me tomé un día libre en mis veinte años. Ni uno solo” (Bill Gates).

Por último, sin haber estado en el lugar de trabajo, el empresario joven tiene una perspectiva fresca, no contaminada por la forma en cómo se supone que se deben hacer las cosas, su visión no está influenciada por la mentalidad que prevalece en la mayoría de salas de juntas. Por lo tanto, sus soluciones son nuevas, innovadoras y revolucionarias.

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