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"No tenemos otra alternativa que seguir trayendo armas por todos los medios posibles", aseguró, añadiendo que espera que Teherán "aumente la ayuda militar y financiera a Hamás". 

"Tenemos el derecho de tomar el dinero y las armas de Irán. Ellos nos las dan por el amor a Dios, sin condiciones, y soy testigo de ello", declaró Zahar. 

"Si no les gusta, compitan con Irán en entregarnos armas y dinero", expresó en aparente alusión a los países árabes del Golfo. 

El presidente de Irán, Mahmud Ahmedinejad, telefoneó al primer ministro de Hamás en Gaza, Ismail Haniyeh, para felicitarlo por la "victoria de la resistencia tras la agresión israelí que duró ocho días". 

Haniyeh le agradeció y le manifestó que a "victoria" le pertenece a todos los musulmanes. 

Por su parte, el subjefe de la Oficina Política de Hamás, Musa Abu Marzuk, aseveró que su organización no dejará de armarse porque solamente con un gran arsenal y no con negociaciones se le pueden sacar concesiones a Israel. 

"No hay manera de que abandonemos las armas", enunció Abu Marzuk, en su oficina de El Cairo. "Esas armas nos protegen y no hay manera que dejemos de obtenerlas y fabricarlas". 

Abu Marzuk indicó que su grupo no se opondrá a que el presidente palestino, Mahmud Abás, su principal rival político, pida en la ONU que se reconozca a la Autoridad Palestina como estado observador no miembro, el 29 de noviembre. 

Sin embargo, el funcionario de Hamás opinó que la ONU es una pérdida de tiempo. 

"Hamás cree que la Asamblea General no crea estados", explicó. "La ocupación precisa resistencia, no negociaciones", aludió el líder del movimiento extremista que aspira a exterminar a Israel.

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