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Las 11 cajas rurales que actúan en el país, ya administran una cartera de créditos de S/. 2,031 millones. Estos préstamos crecen a un ritmo moderado de 10% en el último año, en comparación al financiamiento otorgado por bancos y cajas municipales , que aumentan en torno al 15%.

La rentabilidad patrimonial de las cajas rurales , que mide el retorno de la inversión para los accionistas, mejoró al alcanzar el 8.5%, en promedio, al cierre del tercer trimestre . En el mismo periodo del 2011, ese indicador estaba en 5.6%, según estadísticas de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).

Sin embargo, la fortuna no le sonrió por igual a todas las cajas rurales , pues cuatro de esas instituciones arrojaron pérdidas a setiembre de este año (cajas Prymera, Libertadores Ayacucho, Chavín e Incasur), aun cuando los ingresos financieros de tres de ellas mejoraron.

Por su lado, la Caja Rural Nuestra Gente, cuyo principal accionista es la Fundación Microfinanzas BBVA, contrajo en 10% su cartera de colocaciones crediticias en el periodo de comparación, lo que determinó que su participación de mercado se reduzca de 40% a 32%.

Esto permitió a las cajas que la secundan (Luren y Credinka) ganar “market share” en 2 y 1.5 puntos porcentuales, respectivamente. La morosidad de los créditos en las cajas rurales llega a 5.3%.

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